No llevábamos ni 24h en Indonesia y ya íbamos a coger el primer vuelo interno. Próximo destino Yogyakarta, esa misma tarde iríamos a visitar Prambanan al atardecer.

Me había pasado la noche vomitando y sin dormir, pero tenía tantas ganas e ilusión por el viaje, que el cansancio y el malestar no supusieron ningún problema. Nuestro vuelo salía a las 9:45h desde Jakarta, así que tuvimos que madrugar.


  Taxi de Jakarta al aeropuerto

  Misión Imposible. Pedir un taxi en la recepción del hotel

Bajamos a la recepción de nuestro hotel Kitara Hotel, para decirles que por favor nos pidieran un taxi. Queríamos dejar el precio cerrado con el taxista con antelación para que no volvieran a timarnos como nos pasó el día anterior.

Kitara-Hotel, Jakarta
Kitara-Hotel, Jakarta
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Nos acercamos al chico de la recepción y le decimos en inglés que por favor nos pida un taxi para ir al aeropuerto. Se nos queda mirando de una forma un poco extraña y sin mediar palabra, se va. Se monta en el ascensor y vemos como desaparece tras el cierre de puertas.

Nos quedamos bastante alucinados y comenzamos a reírnos sin entender qué estaba pasando. Unos segundos más tarde, se vuelven a abrir las puertas del ascensor, y sale una chica. Fue muy “lluvia de estrellas” ¡jajaja!

La chica se dirige hacia nosotros, se pone detrás del mostrador y se queda mirándonos con una sonrisa en la cara, como diciendo “¿en qué os puedo ayudar?”, pero sin decir nada. Así que decidimos empezar de cero y le decimos en inglés que por favor nos pida un taxi para ir al aeropuerto.

  Taxi de Jakarta al aeropuerto

Por fin la chica levantó el teléfono para hacer la llamada. Ahí nos dimos cuenta de que el chico de antes no había entendido ni papa de lo que le habíamos dicho y había ido a buscar a su compañera que sí que hablaba inglés, o bueno mejor dicho, que entendía el inglés.

A pesar de las dificultades del idioma, conseguimos el taxi al aeropuerto por un precio cerrado de 100 mil rupias, unos 5,80€. ¡El día anterior nos habían cobrado 450 mil rupias! ¡26€! Todavía me dolía solo de pensarlo. Y no por el dinero en sí, sino por el hecho de sentirnos estafados.

Esperamos pacientemente el taxi. En Indonesia todo va mucho más lento por lo que, no desesperes, respira hondo y piensa que estás de vacaciones. Por suerte nos habíamos levantado con bastante antelación.

Cuando por fin llegó, le pedimos a la chica del hotel que por favor confirmara con él, en persona, que el precio era el acordado. Vimos como hablaban en indonesio y él asentía con la cabeza, la chica nos confirmó y nos subimos al taxi dirección al aeropuerto. 


  Vuelo a Yogyakarta

Llegamos al aeropuerto y nuevamente nos tocó facturar las mochilas. Parecía que esto iba a ser así en todos los vuelos así que decidimos mentalizarnos.

Lo que más me preocupaba era que en alguno de los numerosos vuelos que teníamos que coger, se perdieran las maletas. Durante el viaje íbamos a coger muchos aviones con lo que la probabilidad de tener problemas con las mochilas era alta.

Nos sorprendió ver en el aeropuerto una sala para rezar, pero luego comprendimos, durante el viaje, que aquello era de lo mas normal. 

Embarcamos en el avión de Air Asia, en dirección a Yogyakarta. El trayecto duró una hora y fue perfecto, tanto el vuelo como el aterrizaje. Y lo más importante, puntualidad absoluta. De momento estábamos teniendo suerte con los vuelos.

  Tienes el detalle de todos los vuelos que cogimos en Indonesia en el post

 


  Llegada a Yogyakarta

Aterrizamos en Yogyakarta, en el Aeropuerto Internacional Adisucipto. Objetivo: ir del aeropuerto a nuestro alojamiento en Yogyakarta sin pagar una fortuna por el trayecto.

Yo seguía con el estómago vacío y me encontraba bastante mal. Teniendo en cuenta además que solo había dormido dos horas, no podía pensar en otra cosa más que en llegar y descansar un rato. Por la tarde visitaríamos Prambanan para ver el atardecer. Tenía muchas ganas de ver este templo y quería estar bien para entonces y poder disfrutar de la visita.

En la salida del aeropuerto vimos varios stands donde ofrecían servicio de taxi o conductor privado. Decidimos preguntar los precios, teniendo ya como referencia el precio que pagamos por la mañana en Jakarta: 100 mil rupias (5,80€).

  Cómo ir del aeropuerto a Yogyakarta

Preguntamos a una chica en uno de los puestos y nos ofreció un precio de 180 mil rupias (11,30€). Tienen unas tablas con precios en función de la zona a la que te dirijas, pero esos precios están inflados. Aunque te lo enseñen en la tabla, siéntete libre de regatear, no se trata de nada oficial.

Le dijimos que no, que lo máximo que pagaríamos serían 100 mil rupias. Después de un rato regateando, nos dijo que esperáramos, que iba a consultar al conductor. Hizo una rápida llamada telefónica y nos dijo que aceptaba el precio y que nos quedáramos allí que ahora venía a buscarnos.

En pocos minutos apareció nuestro conductor y lo acompañamos hasta su coche. Su nombre era Alaric, hablaba inglés y era muy amable y simpático. ¡Incluso nos ofreció wifi durante el trayecto!

Por el camino le comentamos que esa tarde iríamos a Prambanan a ver el atardecer, al día siguiente a Borobudur a ver el amanecer, y después a Semarang, desde donde cogeríamos el vuelo para ir a Borneo.

Nos ofreció llevarnos a Prambanan por 275 mil rupias (16€), y al día siguiente a Borobudur y después a Semarang por 750 mil rupias (43€). El precio de las entradas iba aparte, pero él se encargaría de reservarlas previamente para que no tuviéramos que preocuparnos de nada.

No teníamos claro si aquello era buen precio o no, así que tomamos nota y le dijimos que lo pensaríamos, queríamos consultar también los precios en el alojamiento.

Yo estaba cada vez peor, no tenía ganas ni de pensar, solo quería llegar al hotel y dormir un rato antes de la visita a Prambanan.


  Nuestro alojamiento en Yogyakarta. Good Karma Yogyakarta.

En Yogyakarta nos alojamos en Good Karma Yogyakarta. Este alojamiento nos encantó, ¡el sitio era precioso! con una entrada llena de plantas y mucho colorido. Tenía un encanto especial. 

  Tienes todos nuestros alojamientos en Indonesia en el post 

 

Lo primero que hicimos fue preguntar los precios para las visitas a Prambanan y Borobudur. Para esa misma tarde a Prambanan ya no tenían nada. Para ver el amanecer en Borobudur nos ofrecieron un precio de 700 mil rupias por persona, incluyendo entradas. Pero después de la visita a Borobudur, tendríamos que volver al alojamiento y luego buscar la forma de ir a Semarang.

Nos pareció mucha mejor opción hacerlo todo con Alaric. Por logística, era mucho más cómodo salir de Borobudur e ir directos a Semarang, y por el precio, 750 mil rupias que incluían el trayecto hasta Semarang.

Así que Alaric se convirtió en nuestro conductor durante los días que estuvimos en Yogyakarta ¡y lo recomiendo muchísimo! Aquí te dejo sus datos:

Le escribimos un WhatsApp y quedamos con él a las 15:30h en la puerta de nuestro alojamiento. La puesta de sol en Indonesia es sobre las 17:00, pero había aproximadamente una hora de camino hasta Prambanan

Llegamos al alojamiento sobre las 12:00h así que aún quedaban unas horas hasta que Alaric viniera a recogernos. Soltamos las mochilas y, mientras Beni se tomaba unas cervezas y socializaba con otros huéspedes del hostel, yo me fui a dormir un rato. 

Anker, cerveza Indonesia
Anker, cerveza Indonesia

  Comida en Yogyakarta – Via Via Jogja

Un poco antes de la hora acordada con nuestro conductor, salimos a la calle a buscar algún sitio para comer. Aunque yo seguía sin poder probar bocado y con ganas infinitas de vomitar.

Una chica del hostel le había recomendado a Beni un sitio para comer, el Via Via Jogja, así que nos dirigimos allí directamente.

Paseando por Yogyakarta
Paseando por Yogyakarta

Nos sorprendió mucho esta ciudad, nada que ver con Jakarta. Sus calles mucho más tranquilas y con un ambiente muy diferente, bares de todo tipo y gente de diferentes países. 

Llegamos al bar que nos habían recomendado, Via Via Jogja, muy moderno y con una decoración muy chula. ¡Los platos tenían una pinta espectacular! Pero yo no podía comer nada 🙁

Via Via Jogja, Yogyakarta
Via Via Jogja, Yogyakarta

Beni se pidió un plato de mie goreng (noodles con huevo) y yo un triste plato de arroz blanco.

Tardaban bastante en traer la comida y Alaric nos escribió diciendo que ya venía de camino. Llegó puntual a la hora acordada y la comida seguía sin venir, así que le dijimos que entrara y se tomara algo con nosotros.

Via Via Yogja con Alaric, nuestro conductor en Yogyakarta
Via Via Yogja con Alaric, nuestro conductor en Yogyakarta

Por fin llegó la comida, el suculento plato de mie goreng para Beni y el tristísimo arroz blanco para mí. Los dos platos, dos botellas de agua y una Coca-Cola, nos costó 105.600 rupias (6€).


  Visita a Prambanan al atardecer

Por fin nos dirigimos a Prambanan en coche con nuestro conductor. El trayecto duró aproximadamente una hora. Aunque son menos de 20km, el tráfico es horrible y se tarda mucho en ir de un sitio a otro.

Camino a Prambanan
Camino a Prambanan

  Precio entradas a Prambanan

Llegamos al destino y Alaric nos acompañó hasta el mostrador para sacar las entradas, ya que él hizo la reserva previa.

El precio de la entrada a Prambanan fueron 362 mil rupias por persona, unos 20€.

Hay una entrada combinada Borobudur + Prambanan cuyo precio es de 560 mil rupias por persona, unos 32€. Esta entrada no es válida si quieres ver el amanecer en Borobudur

Si tienes carnet de estudiante te hacen un descuento de casi un 50%.

Yo había leído por internet que se podía entregar el carnet universitario aunque estuviera caducado de hace años, mucha gente había conseguido un precio más barato haciendo eso. Así que allí iba yo con mi carnet de la Universidad de Sevilla caducado desde hacía varios años.

Llegamos al mostrador, entrego mi carnet, y lo primero que miran es la fecha de caducidad… Mi gozo en un pozo… Normalmente voy del legal por la vida, porque cuando hago este tipo de cosas siempre me pillan y me acaban poniendo la cara colorada. Soy una pringada  🙄 

  Horario Prambanan

El horario del templo es de 06:00h a 17:00h / 18:00h, dependiendo de la temporada.

Nosotros llegamos al templo sobre las 16:30h porque queríamos ver el atardecer. Fue una pasada disfrutar de aquella puesta de sol.

  Visita a Prambanan al atardecer

Entramos en el templo y alucinamos con el tamaño de aquel sitio. Prambanan es un conjunto de más de 200 templos hindúes, construidos durante el siglo IX.

Fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 1991. Es el templo hindú más grande del mundoEl conjunto está formado por el Templo de PrambananTemplo de SewuTemplo de LumbungTemplo de Bubrah.

Llegada a Prambanan
Llegada a Prambanan
Templo de Prambanan
Templo de Prambanan

Cuando llegamos el sol pegaba con toda su fuerza en todas las estructuras del templo. En el complejo había bastante gente, pero era tan amplio que podíamos visitar los templos y entrar en ellos prácticamente solos.

Templo de Prambanan
Templo de Prambanan
Paseando por Prambanan
Paseando por Prambanan
Templo de Prambanan
Templo de Prambanan

A medida que fue pasando el tiempo, y se iba poniendo el sol, el entorno se transformaba en un lugar mágico. Rodeados por aquella infinidad de templos mientras el cielo se tornaba color anaranjado, fue una de las puestas de sol más bonitas que vimos en Indonesia.

Prambanan es el templo hindú más grande del mundo
Prambanan es el templo hindú más grande del mundo
Atardecer en Prambanan
Atardecer en Prambanan
Prambanan, declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco
Atardecer en Prambanan
Atardecer en Prambanan

Aunque la hora de cierre de Prambanan era a las 18:00h, si ya estás dentro no te obligaban a salir a esa hora. Caminamos por el conjunto de templos durante unas 3 horas prácticamente solos. ¡Se respiraba una paz increíble! 

Llegamos de nuevo a la entrada del templo y estuvimos disfrutando de las vistas hasta que el sol se puso por completo. Nos quedamos totalmente maravillados con aquella visita.

Puesta de sol en Prambanan
Puesta de sol en Prambanan
Últimos rayos de sol, Prambanan
Últimos rayos de sol, Prambanan

Salimos de allí ya de noche. Estaba totalmente oscuro e incluso nos costó encontrar el parking donde habíamos quedado con Alaric. ¡Pero finalmente lo encontramos!

  De vuelta a Yogyakarta

Nos subimos al coche y fuimos de vuelta a Yogyakarta. Yo seguía con el estómago vacío, del plato de arroz blanco que pedí para comer, apenas comí dos cucharadas porque no me estaba sentando muy bien. Pero con la experiencia que acababa de vivir, me sentía tan feliz que ni siquiera era consciente de mi estado de salud.

Después de una hora de camino aproximadamente, llegamos a Yogyakarta. Le pedimos a Alaric que nos dejara en la misma calle donde habíamos comido, así cenaríamos directamente. Luego volveríamos andando hasta el hostel.


  Cena en Yogyakarta – Easy Goin’

Dimos un paseo por la calle para buscar un sitio para cenar y finalmente entramos en Easy Goin’. En este sitio tenían todo tipo de comidas, americana, mexicana, ensaladas, sandwiches, etc. Pero por supuesto nosotros optamos por la comida indonesia, cuando visitamos un país nos gusta conocer bien su gastronomía.

Beni se pidió Sate Ayam, pinchos de pollo con salsa de cacahuetes, verduras y arroz. Todo esto iba acompañado con sambal, una salsa típica en varios países asiáticos hecha a base de pimientos. ¡Por supuesto es picante! Así que si no te gusta el picante o no te sienta bien, intenta evitarla.

Yo aún convaleciente, me pedí un plato llamado Pepes. Se trataba de arroz con pescado o champiñones, coco rallado y hierbas al vapor. Luego lo envuelven en una hoja de plátano y lo hacen a la parrilla.

Para que mi estómago pudiera tolerarlo les pedí que por favor solo me pusieran como ingredientes arroz y pollo. Pero se ve que al modificar los ingredientes se hicieron un poco de lío. Llegó el plato de Beni y después de un rato esperando le dije que empezara a comer porque se iba a enfriar. 

Seguían sin traer mi plato, así que lo reclamé. Me dijeron que venía de camino. Beni terminó de comer y aún así seguimos esperando un rato… hasta que por fin llegó mi comida.  

Aunque en Indonesia por lo general tardan bastante en atenderte (ya nos pasó por la mañana en la comida), en este caso lo que nos molestó fue que los platos llegaran a destiempo. Primero comió Beni mientras yo lo miraba, y luego comí yo, mientras él me miraba…Por suerte para él, solo probé un poco de comida. Seguía sin sentirme muy bien del estómago.

La cena nos salió por 115 mil rupias, unos 6,60€: el plato de Sate Ayam 50 mil rupias, el plato de Pepes 45 mil rupias y dos botellas de agua por 10 mil rupias cada una.

Después de la cena, nos fuimos directos a nuestra habitación a dormir. Al día siguiente íbamos a ver el amanecer a Borobudur. ¡Habíamos quedado con Alaric a las 3:00h de la mañana! ¡Así que tocaba madrugar mucho!


  Vídeo


  Resumen… ¿Merece la pena ver el atardecer en Prambanan?

Definitivamente sí, las luces y colores que se crean con la puesta de sol lo convierten en un lugar mágico.

Además a esa hora no había mucha gente por lo que pudimos caminar tranquilamente por el complejo y disfrutar de los templos prácticamente solos. Por supuesto puedes visitar el templo a cualquier hora del día, supongo que a primera hora del día tampoco habrá mucha gente, pero desde luego no disfrutarás de una de las puestas de sol más bonitas de Indonesia.


Día 3. Ver el amanecer en Borobudur 


  Día 1. Qué ver en Jakarta en un día



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2 Comments

    • Raquel Reply

      Muchas gracias Jessica!! Me alegro de que te haya gustado!! 😀

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