Al principio tuvimos dudas pero al final nos decidimos a hacerlo. ¿Quieres saber cómo fue nuestra visita a una tribu Masai en Kenia?

Nuestro safari comenzó a las 6:30h de la mañana así que no acabamos muy tarde. Todavía pegaba bien el sol y nuestro guía nos propuso hacer una visita a una tribu Masai. Lo primero que le preguntamos fue: “¿no se tratará de una turistada?”. Y creo que esto es lo primero que se pregunta la mayoría de la gente.


  ¿Es una tribu auténtica o se trata de una “turistada”?

Al principio tuvimos dudas sobre la visita a la tribu Masai porque no estábamos seguros de si se trataría de una “turistada”, una farsa para sacar dinero a los turistas. Había visto vídeos sobre sus típicos bailes dando saltos y pensaba que la visita se limitaría a ver un espectáculo más que preparado para contentar a un grupo de turistas.

Pero nuestro guía nos confirmó que no era así, que se trataba de una tribu Masai auténtica. Ellos mismos nos llevarían por su poblado, nos presentarían a sus familias, nos enseñarían sus casas y nos contarían como viven.

Visita a una tribu Masai en Kenia
Visita a una tribu Masai en Kenia

Alex, nuestro guía, nos habló un poco sobre las tribus indígenas que habitan en África. Nos contó que él mismo pertenecía a una tribu, pero muchas de ellas evolucionaron hace años y se movieron a las grandes ciudades.

No todas las tribus lo han hecho, algunas de ellas, como la de los Masais, continúan viviendo como tribus indígenas en condiciones muy sorprendentes o difíciles de entender para nosotros.

  La “turistada” está en los hoteles

Alex nos contó que la “turistada” está en los hoteles. Algunos alojamientos montan espectáculos por las noches y varios Masais hacen su baile típico. La gente que ve eso piensa que ya han visto a una tribu Masai, pero ni aprendes sus costumbres, ni ves como viven ni son Masais reales.

Según Alex, en esos espectáculos solo uno o dos son Masais auténticos, el resto son trabajadores del hotel que ponen para rellenar. 


  Cuánto cuesta visitar una tribu Masai

La visita a una tribu Masai no estaba incluida en el precio del safari, con lo que tuvimos que pagarlo aparte. El precio fue de 200 KSh por persona, unos 20€ por persona, y pagamos directamente a los Masais antes de comenzar la visita.

   Tienes el presupuesto completo de nuestro viaje a Kenia en el post

  Dónde se ubican los Masais

Se calcula que hay más de 800 mil Masais repartidos por toda la zona del sur de Kenia y el norte de Tanzania.

Nosotros los visitamos durante nuestro safari por Amboseli, en Kenia. Nuestro guía nos recomendó hacerlo allí para poder dedicar todo el tiempo que estuviéramos en Masai Mara al safari ya que es mucho más grande que Amboseli.


  Qué idioma hablan los Masais

En Kenia hay dos idiomas oficiales, el swahili y el inglés. Que todo el mundo hable inglés es una gran ventaja porque si no sería bastante complicado para nosotros comunicarnos con ellos.

Sin embargo los Masais hablan su propio idioma, llamado masai o maa. Solo algunas personas de la tribu hablan swahili o inglés para poder comunicarse con el exterior.


  Conocemos a nuestro guía Masai

Salimos del Parque Nacional de Amboseli y nos dirigimos al poblado Masai, llegamos después de unos 15 minutos de coche.

Bajamos de la minivan y un Masai se acercó a nosotros. Era un chico joven y tras hablar con Alex unas palabras en swahili, se dirigió a nosotros en inglés. Nos informó del precio, le pagamos y fue a entregar el dinero a otro Masai que estaba cerca.

Volvió a donde estábamos y se presentó, nos dijo que él sería nuestro guía Masai dentro del poblado, nos explicaría sus costumbres y nos enseñaría su casa. 


  Entramos en el poblado Masai

El poblado estaba rodeado de unos arbustos hechos de adobe y ramas que servían de barrera para encerrar al ganado y para protegerse de depredadores que pudieran acercarse. Tras cruzar esos arbustos entramos al poblado.

No éramos los únicos, nos encontramos con un pequeño grupo de turistas frente a un grupo de Masais que nos daban la bienvenida.

Visita a una tribu Masai en Kenia
Visita a una tribu Masai en Kenia

  Baile de bienvenida

Los Masais estaban colocados en fila mirando hacia nosotros, a un lado los hombres y al otro las mujeres. Nuestro guía invitó a Beni a unirse a ellos y comenzaron a cantar y a hacer su típico baile dando pequeños saltos.

De vez en cuando un par de hombres y un par de mujeres se adelantaban y empezaban a saltar. Ellas daban pequeños saltos, ellos por el contrario se impulsaban con fuerza dando saltos enormes.

Después de un rato, Beni volvió a mi lado y una de las mujeres Masai se acercó a mí y me cogió de la mano para que me uniera al baile. Era una chica muy joven y muy simpática, no paraba de sonreír.

Los Masais nos hacen su típico baile para darnos la bienvenida
Los Masais nos hacen su típico baile para darnos la bienvenida

Después del baile, uno de ellos nos dio la bienvenida, y pidió por favor a todos los que llevaran sombrero que se lo quitaran antes de comenzar la visita por el poblado como señal de respeto.

Nos fuimos con nuestro guía y nos llevo a ver su casa para explicarnos cómo las construían y como vivían allí.

Nuestro guía Masai
Nuestro guía Masai, Kenia

  Cómo construyen las casas los Masais

Las casas de los Masais están hechas a base de barro, paja y heces de vaca. Para su construcción, crean grupos de trabajo que se subdividen en grupos más pequeños.

Un grupo de 10 mujeres puede construir una casa

  • 3 mujeres se encargan de recolectar la paja.
  • Otras 3 mujeres recolectan las ramas para el tejado.
  • Otras 3 mujeres recolectan las heces de vaca, o como nuestro guía Masai dijo en un perfecto español, “la caca de vaca”.
  • La otra mujer se encarga de liderar el trabajo y organizar el grupo.
Casas de los Masais
Casas de los Masais

Las casas solo tienen una pequeñísima ventana, del tamaño de una mano. Si te fijas en la foto de arriba, hay un pequeño círculo negro a la izquierda. Esa es la ventana.

Las casas son muy bajas con lo que hay que entrar agachado. Según nos contó nuestro guía Masai, si construyeran casas altas un tornado podría derribarlas. Como ya te contaba en mi post anterior, en Amboseli hay mucho viento y se forman muchos tornados de arena. Construyendo casas bajas consiguen que sean más fuertes y más estables.

Visita a una tribu Masai en Kenia
Visitamos las casas de una tribu Masai en Kenia
Tornado de arena en Parque Nacional de Amboseli, Kenia
Tornado de arena en Parque Nacional de Amboseli, Kenia

  Entramos en la casa de una familia Masai

Después de explicarnos cómo construían sus casas, entramos en una de ellas totalmente agachados. Una vez dentro ya pudimos ponernos de pie pero el techo daba en nuestras cabezas. Estaba todo muy oscuro y apenas de podía ver.

Visitamos las casas de una tribu Masai en Kenia
Visitamos las casas de una tribu Masai en Kenia

En el pequeño habitáculo se distinguen dos espacios separados por una fina pared. Un espacio es la habitación de los niños y otro la habitación de los padres, o como ellos dicen de papa y mama.

  La habitación de papa y mama

Nos señaló la que era la cama de los padres y nos preguntó: “¿Por qué creéis que esta la cama de los padres y no la otra?” No teníamos ni idea, no encontrábamos ninguna explicación porque además esa cama era más pequeña que la de los niños…

Esa era la cama de los padres porque en esa habitación se encontraba la cocina y señaló unas piedras en el suelo con restos de ceniza.

  La cocina

Esas piedras con restos de cenizas era la cocina. Era peligroso que la cocina estuviera en la habitación de los niños porque si jugaban con el fuego la casa podría salir ardiendo, por eso estaba en la habitación de los padres.

El fuego dentro de la casa no solo lo usan para cocinar, también lo usan para calentarse y para iluminar.

Al lado de las piedras había una montaña de leña que casi llegaba al techo de la casa. Cuando querían encender un fuego solo tenían que coger esos palos, ponerlos sobre las piedras y encenderlo. Más adelante nos explicaron como hacían fuego.

  La habitación de los niños

Pasamos a la habitación de los niños, antes de entrar nos avisa “¡cuidado con la cabeza!”. Sorprendentemente la habitación era más grande que la de los padres y la cama también, supuse que era porque todos los niños duermen juntos en la misma cama, y efectivamente.

Nuestro guía Masai nos contó que en la tribu había 101 personas y solo 4 familias, ¡me quedé muerta! ¿Cómo puede ser? La respuesta es fácil: los Masais son polígamos.

Por último, antes de salir de la casa, me invitó a sentarme en la cama para probarla. Era bastante dura, dormir ahí debía ser de lo más incómodo. Las camas estaban hechas con palos de madera y una piel de vaca la cubría a modo de colchón.

  Cómo hacen fuego los Masais

Salimos de la casa y comenzamos a recorrer el poblado. En la puerta de las casas había mujeres sentadas haciendo pulseras y otros objetos a mano que luego venden en su mercado familiar o en los alrededores. Ahora entendía la cantidad de Masais que había en la entrada del Parque Nacional de Amboseli vendiendo cosas a los turistas.

Poblado Masai en Amboseli, Kenia
Poblado Masai en Amboseli, Kenia
Poblado Masai en Amboseli, Kenia
Poblado Masai en Amboseli, Kenia

Los niños correteaban de un lado para otro. Yo no paraba de saludarlos con un ¡jambo! (“hola” en swahili), pero ninguno me contestaba y no entendía por qué. El guía se dio cuenta y me dijo que no me entendían porque ellos no hablan swahili, hablan su propio idioma masai o maa.

Niños jugando en un poblado Masai en Amboseli, Kenia
Niños jugando en un poblado Masai en Amboseli, Kenia

Nos paramos junto a unas cabras y un chico cogió con sus propias manos un puñado de heces de cabra para luego mezclarlo con un poco de paja. Nuestro guía nos dijo que nos iban a hacer una demostración de cómo hacían fuego.

Empezaron a frotar dos palos encima de la mezcla de heces y paja y en cuestión de segundos empezó a salir humo, soplaron un poco, siguieron frotando y listo. ¡Fuego! Yo estaba alucinando, si alguna vez habéis estado de campamento y habéis intentado hacer fuego con dos palos, sabréis que no es tarea fácil.

  Cómo tratan las enfermedades los Masais

Los Masais no van al médico, tratan sus enfermedades con elementos naturales, como plantas o ramas. Nuestro guía nos mostró algunos ejemplos.

Sacó una pequeña rama, y nos dijo que la usaban para curar la malaria. Para ello ponen a hervir la rama con agua y el enfermo tiene que beber esa especie de infusión. Después de eso empezaría a vomitar sin parar hasta expulsar todos los males que hubiera en su cuerpo. Me pareció una forma un poco bestia de eliminar la malaria.

Nos mostró otra pequeña rama y nos indicó que se trataba de lo que nosotros conocíamos como Viagra. Los Masais son polígamos y les resulta imposible “cumplir” con todas sus mujeres, así que necesitan de esa ayuda para que, según sus propias palabras, “al día siguiente por la mañana todas las mujeres tengan una sonrisa en su cara”.

  Cómo se identifica a un Masai

Los masais se reconocen rápidamente por su aspecto físico:

  • La ropa de los Masais es muy característica. llevan unas telas que normalmente son de cuadros rojos, aunque también pueden ser de otros colores. Además llevan complementos muy coloridos, como collares, pendientes o adornos para sus cabezas.
  • Por lo general, tanto hombres como mujeres llevan las cabezas rapadas, aunque alguno puede llevar el pelo más largo y con trenzas.
  • Tienen una cicatriz en cada mejilla que les hacen cuando son pequeños. Es una marca que les identifica como Masais y su forma cambia en función de la zona donde vivan. Los Masais que visitamos en Amboseli tenían unas cicatrices en forma circular.
  • Les faltan los dos dientes incisivos inferiores. Se los arrancan cuando son pequeños para que, en caso de caer muy enfermos y no poder comer, puedan beber líquido a través de ese hueco.

Me pareció muy fuerte lo de los dientes y lo de las mejillas. Más adelante, en otros alojamientos, nos encontramos trabajadores con estas características, y rápidamente los identificamos como Masais. Además siempre llevan una tela de cuadros rojos, aunque debajo lleven otra ropa.

Normalmente no hablan muy bien el inglés, pero sí que conocen muy bien el entorno, con lo que los alojamientos de la zona los suelen contratar como vigilantes.


  El mercado familiar

Al final de la visita, saliendo del poblado, llegamos a un espacio donde los Masais vendían sus productos hechos a mano. Nuestro guía nos dijo que se trataba de un mercado familiar ya que los puestos pertenecían a las familias de la tribu. Nos explicó cómo funcionaba aquello.

Aunque no estábamos obligados a comprar nada, teníamos que recorrer todos los puestos uno por uno, y de cada puesto elegir lo que más nos gustara y cogerlo. Al final del recorrido, decidiríamos si queríamos quedarnos con todo, con algo o con nada.

Mercado familiar de la tribu Masai
Mercado familiar de la tribu Masai

Empezamos a recorrer los puestos, en cada uno de ellos te enseñaban todos sus productos, te explicaban como los habían hecho y con qué material. Nosotros de cada puesto elegíamos algo que nos gustaba, aunque no parábamos de preguntar a nuestro guía si de verdad podíamos dejarlo luego si no lo queríamos. No estábamos muy seguros de haber entendido bien el proceso y no queríamos vernos obligados a comparar todo aquello. 

Mercado familiar de la tribu Masai
Mercado familiar de la tribu Masai

Nuestro guía nos confirmaba que sí, que era por respeto a ellos y su trabajo seleccionar al menos algo de cada puesto. Pero que si al final del recorrido si no lo queríamos, lo podíamos dejar. 

Ok, pues seguimos…

Y así, puesto tras puesto fuimos haciendo nuestra selección. Se nos hizo un poco pesado pero no queríamos faltarles el respeto así que revisamos hasta el ultimo puesto. 

Mercado familiar de la tribu Masai
Mercado familiar de la tribu Masai
Mercado familiar de la tribu Masai
Mercado familiar de la tribu Masai

Al final del recorrido, nuestro guía y tres Masais más nos llevaron a un lugar apartado y alejado de los puestos y pusieron todo lo que habíamos seleccionado en el suelo.

Visita a una tribu Masai en Kenia
Visita a una tribu Masai en Kenia

  Negociando con los Masais

Nos preguntaron que cuánto estábamos dispuestos a pagar y les dijimos que no sabíamos… Estábamos muy perdidos y tampoco queríamos comprar todo aquello. Les pedimos que nos dieran ellos un precio de salida. Con un palo escribieron en la arena 7.000 KSh, unos 70€.

¿Estamos locos? No lo dijimos pero fue lo que pensamos los dos. Era demasiado dinero por llevarnos cosas que no queríamos comprar. Nos dijeron que podíamos ir quitando aquello que no quisiéramos y así iríamos viendo cómo bajaba el precio.

Empezamos a quitar cosas pero, finalmente, optamos por decirles lo que estábamos dispuestos a pagar. En base a eso, que ellos nos dijeran qué podíamos quedarnos, porque sino aquello no acabaría nunca.

Con el mismo palo escribimos en la arena 3.000 KSh, unos 30€, y por ese dinero nos llevamos:

  • Un llavero de madera que era la cabeza de una jirafa.
  • Dos imanes de papa y mama.
  • Un abridor hecho de una piedra especial muy difícil de conseguir.
  • Un plato hecho de la misma piedra, pintado con motivos africanos. 
Nuestra compra en el mercado familiar de los Masais
Nuestra compra en el mercado familiar de los Masais

En la foto falta el llavero porque era un regalo para una amiga y ya no lo tengo. Luego vimos estos mismos productos en tiendas de souvenirs y eran mucho más caros así que, pensándolo bien, comprándolo directamente a los Masais, nos ahorramos dinero.

Ya he comentado en otras ocasiones que Kenia es muy caro.

Antes de irnos, hablamos con otros turistas y nos dijeron que ellos no habían comprado nada, y nosotros como dos tontos nos habíamos gastado 30€ porque nos daba palo hacerles el feo de no llevarnos nada. Es verdad que queríamos comprarles algo, pero podíamos haber regateado un poco. Estoy segura de que podíamos haber conseguido un mejor precio.

Así que ya sabes, si haces una visita a una tribu Masai y quieres comprarles algo puedes regatear con ellos el precio. Y por supuesto, no tienes obligación de comprar nada si no quieres.

  Propina para nuestro guía Masai

Pagamos los 3.000 KSh y nos fuimos con nuestra compra hasta la minivan, en compañía de nuestro guía Masai. Le dimos una propina de 200 KSh, unos 2€, en señal de agradecimiento, y nos despedimos de él. Había sido muy amable con nosotros.

Antes de irme, me di cuenta de que llevaba puesta una pulsera que una chica Masai me puso en la muñeca cuando estaba viendo su puesto. Fui a devolvérsela a nuestro guía Masai y me dijo que no, que me la quedara como regalo. Me hizo mucha ilusión.


  Última noche en Amboseli

Habíamos vivido un día muy intenso, Safari por Amboseli, el paraíso de los elefantes y visita a una tribu Masai. Volvimos al hotel maravillados. Lo que habíamos vivido aquel día quedaría en mi retina y en mi corazón para siempre. 

Llegamos a nuestro alojamiento, Kibo Safari Camp, y nos dimos un baño en la piscina aprovechando las últimas horas de sol. No había nadie… toda la piscina era para nosotros dos.

   Tienes todos los alojamientos de nuestro safari por Kenia en el post
Piscina de nuestro alojamiento Kibo Safari Camp en Amboseli, Kenia
Piscina de nuestro alojamiento Kibo Safari Camp en Amboseli, Kenia

Después de una ducha caliente muy reconfortante, nos fuimos a la terraza del bar a relajarnos y a tomar una cerveza. Estuvimos comentando todo lo que habíamos visto aquel día… Parecía un sueño…

Aprovechamos para descargar todas las fotos y vídeos en el disco duro. Los dos días de safari en Amboseli habían dado para mucho, teníamos todas las tarjetas de memoria llenas, cámara de fotos y móviles. ¡Y aún quedaban 3 días más de safari!

Nuestro alojamiento Kibo Safari Camp en Amboseli, Kenia
Nuestro alojamiento Kibo Safari Camp, Amboseli, Kenia

Por las noches refresca bastante así que siempre me tomaba para cenar una sopa o una crema de verduras calentita para entrar en calor.

A mitad de la comida me levanté para ir al baño y no pude evitar hacer fotos al baño del restaurante. El hotel era muy bonito y muy auténtico y cada rincón nuevo que descubría me parecía una pasada.

Sopa caliente en nuestro alojamiento Kibo Safari Camp en Amboseli, Kenia
Sopa caliente en nuestro alojamiento Kibo Safari Camp, Amboseli, Kenia
Baños del restaurante de nuestro alojamiento Kibo Safari Camp en Amboseli, Kenia
Entrada a los baños del restaurante de nuestro alojamiento Kibo Safari Camp, Amboseli, Kenia
Baños del restaurante de nuestro alojamiento Kibo Safari Camp en Amboseli, Kenia
Baños del restaurante de nuestro alojamiento Kibo Safari Camp, Amboseli, Kenia
Baños del restaurante de nuestro alojamiento Kibo Safari Camp en Amboseli, Kenia
Baños del restaurante de nuestro alojamiento Kibo Safari Camp, Amboseli, Kenia

Nos fuimos a dormir temprano. Al día siguiente nos esperaban varias horas de coche hasta llegar a nuestro nuevo destino, Lago Nakuru.

   Nuestra ruta completa de 16 días por Kenia en el post

  Vídeo



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